Leishmania y el calor: una mezcla peligrosa

La leishmania es un problema que puede terminar con la vida de nuestra mascota. En las ubicaciones donde las temperaturas son más elevadas, como es el caso de la costa mediterránea, la difusión de esta enfermedad es más virulenta.

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La razón es que el mosquito que propaga la leishmaniasis necesita el calor, climas de altos grados. Es así que, debemos planear una estrategia preventiva para que nuestro perro se encuentre protegido. Hay que ser muy cuidadoso porque nuestra mascota puede morir.

¿En España tenemos una incidencia alta de leishmania?

Desafortunadamente, nuestro país es endémico en leishmaniasis. En España tenemos casi todo el mapa afectado por la acción del mosquito flebotomo. Este mosquito es la especie portadora de la enfermedad que se transfiere cuando pica a un animal sano.

El verano es la fecha donde más riesgo se corre. La propagación del mosquito va de mayo a septiembre u octubre, según lo que se alargue la temporada estival en ciertos lugares climáticos.

¿Es peligroso el contacto con ejemplares afectados?

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Para que la enfermedad se transmita, la mascota debe ser picada directamente por el flebotomo. No existe otra forma de propagación, así que podemos estar tranquilos de que nuestros amiguitos tengan contacto con otros que estén enfermos puesto que no hay peligro.

Es de suma importancia mantenerse alerta durante todos los meses de calor. El momento de auge de esta enfermedad parasitaria en esa fecha. Curiosamente, la causa del mal se debe a un protozoo muy parecido al que desencadena la malaria.

Cuáles son los síntomas de que tu mascota ha sido contagiada

Lo primero es estar atentos por si detectamos alguna picadura en la piel de la mascota. Es recomendable que se inspeccione la epidermis del perro con asiduidad. Cuanto antes se detecte la enfermedad resultará más fácil el tratamiento.

El diagnóstico precoz es, por tanto, la fórmula más efectiva para poder tratar al perro y lograr que los síntomas sean menos virulentos.

Cuáles son los síntomas de la leishmaniasis

Es importante fijarnos en si la mascota pierde el apetito y esto conlleva una pérdida notable de peso. El animal padecerá problemas gastrointestinales, entre ellos fuertes diarreas y vómitos habituales.

Asimismo, los animales con leishmania suelen sangrar por el hocico y se sienten rápidamente cansados, por lo que se nota que les cuesta hacer ejercicio: pasear, correr, jugar…

La calidad del manto sufrirá una pérdida importante, llegando a presentar calvas y zonas completamente despobladas de pelo, sobre todo en zonas como las orejas, el hocico y los ojos.

La piel también sufre los resultados de esta enfermedad. Los ejemplares afectados presentan heridas en la cabeza y en las patitas, la piel pierde pigmento y en la zona de los labios y las almohadillas sufren un deterioro. Además, sus uñas pasarán a crecer de manera desproporcionada.

Por último, como tarea preventiva, es aconsejamos que trates a tu amiguito con pipetas y collares que repelen a los mosquitos. Procura no darle paseos nocturnos, puesto que ese será el momento en el que el flebotomo está más activo.

En la actualidad existe un tipo de vacuna contra la leishmania que ayuda ampliamente a proteger a las mascotas. Además, en Terraviva ponemos a tu disposición una amplia selección de collares y antiparasitarios.

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